sábado, 30 de noviembre de 2013

Nunca Noviembre supo tan dulce...


Porque Noviembre siempre pasó desapercibido.
Entre las luces de calabaza y las de ilusión en navidad,
pasaban los días en su calendario sin hacer ruido,
pero guardaba la más pequeña y delicada realidad.


Porque sin el Capitán Garfio no existiría Peter Pan,
sin Noviembre no existiría ahora esta sonrisa;
porque sin Campanilla no se llega a Nunca Jamás,
y sin tí tampoco se consigue pasear sin prisa.


Porque has sido la fe que inunda lo gris de esperanza,
la tierra que avista el marinero cuando todo está perdido,
ese esperado beso que se augura tras una bandera blanca,
el paño caliente y el plato de sopa del soldado herido.


Porque con tu mano tendida siempre sabré
que cuando se acaben las ideas y no vea opciones
tu ya estarás en silencio aquí con un plan be,
con hoja de ruta y adornado de dulces emociones.


Porque le pedí a Noviembre que me protegiese del daño
y nunca había conocido tu antídoto para el dolor.
Porque siempre estarás en mi calendario cada año,
te regalo para siempre el más pequeño trozo de mi corazón.

Gracias