domingo, 6 de noviembre de 2011

Valor

Existió en un día un tirano que infestó una tierra pura,
por la que corría el agua cristalina impregnada de vida.
El velo del terror cubrió aquel lugar sin misericordia,
y el Sol se marchó asustado, cayendo una oscuridad eterna
cuando se apagó la llama de la esperanza en la última casa.
Una espada sostenida por una joven alma por su empuñadura,
se levantó del suelo con la cabeza alta y la vista perdida.
Cuenta la leyenda que guardan los hombres en su memoria,
que se dejó la vida en la orilla del mar en una tarde gris y serena,
pero despertó el aliento de un pueblo que luchó en su batalla.



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