Qué bella es la casualidad cuando la
maneja el destino,
cuando la mece con suavidad entre sus
brazos,
y mueve con suma delicadeza los hilos,
que nos tienen ya acostumbrados,
a que esperar se haga cortito,
para volver a abrazarnos,
los dos muy despacito,
y separarnos
poquito.
J me apetece verte! :). Ya sabes de lo mala que soy con los tlf! Perdí tu número.
ResponderEliminarPD: soy la sombra...X si con lo de J no bastaba