domingo, 23 de diciembre de 2012

Y por fin...llegó Diciembre



Trátame bien Noviembre, trátame bien, por favor.
Te prometo sonreír cada mañana al despertar,
y a cambio cuídame, no me traigas más dolor.
Si lo hacemos así, con el tiempo, te llegaré a amar.

Así acabó como se termina la última miel del bote, 

el mes que suspiraró al viento por la esperanza,  
suplicando caricias cuando hiere el más mínimo roce,
mientras se ponía el Sol en tardes de color naranja.

Como el gélido abrazo que le da el invierno al otoño,  

llegó por fin Diciembre al calendario de las emociones.
Pasó el Noviembre de la ilusión como un suave soplo,

tras rogarle aquellos versos a ritmo de canciones.

Hoy es Diciembre; el día se acorta, y se extiende la noche;
resguardadas y esperando con mesura están las yemas,
mirando la luna colgada en el cielo como un broche,
a que unas tiernas y cálidas manos hagan de primaveras.

Ya llegó el último mes del año, y el mundo se detiene.
Ahora las lágrimas no las quiero, las cambio por tu sonrisa.
De noche las estrellas del techo de mi cielo ya no hieren.
Las agujas del reloj de nuevo se congelan, ya no hay prisa.

Los recuerdos son ahora una escalera hacia el futuro, 

con peldaños de cristal que sólo cuentan la verdad,
que conforme se avanza dejan atrás lo triste y oscuro, 

esperando a que subas hasta la cima de la felicidad.

Pasan los días y el vaho se condensa en mi ventana.
Huele a galletas y tu pelo se enreda entre mis dedos 

mientras yo me quedo atrapado en tu mirada, 
viendo a través de tus ojos como se van mis miedos

miércoles, 31 de octubre de 2012

Adiós Octubre, adiós



Se acaba el último Octubre.
Con él, lo que todo empezó.
Ya duermen las estrellas,
con un manto que las cubre;
ya todo se terminó.

Acaba Octubre, para siempre
con historias de amor,
que se tornaron en daño
al final de aquel puente,
donde encontramos el calor.

Fuimos valientes en soledad,
y cobardes en multitud.
Que el tiempo nos recuerde
desde aquel beso hasta el mar;
Ya sólo me queda gratitud.

Adiós Octubre, hasta siempre.
Nunca 31 días fueron tantos.

Me llevo conmigo el otoño;
atrás quedó ya Septiembre,
con te quieros al son de cantos.




martes, 23 de octubre de 2012

Sombra Valiente

Como si se tratase de una de las historias de Oz,
había en una roca un hombre del que brotaba un llanto.
Ni el más ávaro cuervo se acercó a robar sus lágrimas;
como si fuese el mayor castigo, cayó sobre él la soledad,
y con ella, silenciosa y de la mano, la falta de compasión.
Pasó entre los arbustos una sombra con un suave manto;
acarició al hombre con su dulce voz, llegando hasta su ánima,
-¿por qué lloras, criatura? ¿Acaso te ha abrazado la maldad?-
-Soy como el león de Oz -contestó-, soy un cobarde y no tengo valor,
Me han hecho daño y ahora sufro con el más leve canto;
dime tú cómo serlo, estremecedora voz, cálida y anónima-,
-He tejido un manto de amor -dijo ella- con recuerdos fríos y sin piedad,
Para que no tengas miedo, para que cubras con él tu corazón.
Deja de sufrir, y duérmete. Si vienen murciélagos yo los espanto.

El cerró los ojos, y al despertar contempló su rostro hermoso.
"Una vez -dijo ella- pinté un corazón tan bello que todos quisieron uno,
Me dijeron "te quiero", y terminaron arrebatándomelo a trozos"
Protegido por su manto de amor tejido con recuerdos, él, miedo no tuvo;
Abrió su pecho y partió su corazón sin pensarlo en dos mitades,
"Tú me has protegido, me diste tu valor y has ahuyentado mis miedos,
Toma esta parte mía, para restaurar tu dolor; ahora somos iguales"
Y cuenta la leyenda que en aquel bosque, entre encimas y cedros,
se fraguó el pacto más hermoso que jamás vieron los árboles,
entre un hombre cobarde y una bella sombra valiente,
que narran hoy en día los abuelos a todo nieto paciente.
Incluso aún crecen allí rosas sin espinas, que no causan dolor,
con un suave terciopelo y tan rojas como aquel corazón...









miércoles, 29 de febrero de 2012

Del Sol a la Luna y de la Luna al Sol

Del Sol a la Luna y de la Luna al Sol,
ciclo de vida y muerte permanente.
La joven mariposa perecerá, 
al tiempo que retorna la primavera.
El rocío se derrite al son
con el que sale la Luna creciente.
La dulce esperanza se apagará,
mientras se abre camino la vida nueva.