He visto a Santa Claus bajando por la
escalera,
con pasos suaves sobre la alfombra,
cubierto de hollín, como si viniese de
la chimenea,
portando un saco cargado con cosas.
De todas las que traía yo sólo quería
una,
pero se olvidó de tu sonrisa en el
cajón.
Otro año será, hoy su sombra se
esfuma
dejándome para que no me olvide,
carbón.
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