lunes, 17 de octubre de 2016

Marionetas con un corazón de cristal

Coged mi mano, no tengáis miedo al caminar,
pues es virtud lo que otros ven como debilidad.
La luz atraviesa cada hueco de vuestro pecho,
no existe cabida en ese espacio para la oscuridad.

Más allá de estas paredes ya no hay techos,
si halláis el valor para soñar e imaginar,
caminaréis por praderas sembradas de libertad.
Llevad estas palabras en la bolsita de consejos.

No importa si ven en vosotros la fragilidad.
Si alguien en el camino os hace tropezar,
y al caer os rompéis en trozos de cristal,
volved a mi taller, siempre os querré reparar.

Para que mis sueños caminaran les hice marionetas,
y puse en su interior corazones de cristal.
Las hice con remiendos de ilusión en vez de tela,
que ni siquiera la llama del odio la quema.
Su interior lo llené con pequeños granos de arena,
para que nunca olvidasen el olor del mar.

En sus ojos coloreé de vivo azul dos esferas,
para que cuando los viesen los niños al pasar,
pidiesen un deseo, como si fuese estrella fugaz,
como cuando miras al cielo y cae un cometa.

Algunos sueños parecen condenados a la inmovilidad,
sin embargo con imaginación todo se puede cambiar.
Así fue como alguien me inspiró hace tiempo a diseñar,
marionetas que caminasen con corazones de cristal.




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