A veces alzas la vista al cielo
y luna parece una gran sonrisa.
Así te guardo en mi recuerdo,
como has pasado por mi vida.
Fuimos dos desconocidos,
de quebradizos corazones,
que se dieron besos y mimos,
sin dar más explicaciones.
Ahora se cambia nuestro destino,
como si tejiésemos sueños con hilo.
Sólo espero que estés donde quieras,
no se alejen nuestros caminos,
más allá de la distancia del olvido,
pues es mejor viajar bajo el brillo
de quien sabe fue polvo de estrellas.
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